lunes, 31 de agosto de 2009

Escucharon hablar alguna vez de la prisión de Abu Gurayb?
Personalmente supe de su existencia, cuando la profesora nos dio una consigna de trabajo, y para la cual tendríamos que utilizar fotos de dicho lugar.
Esta prisión es una cárcel que está situada en Abu Ghraib, Iraq, y fue construida en el año 1980, hace casi 30 años.
¿Y que tiene de particular la misma? Esta fue utilizada por Saddam Husein para retener, “TORTURAR”, “ABUSAR” y ” HUMILLAR” a prisioneros políticos, algunos eran acusados de rebelde, otros de crímenes y otros no tenían ningún cargo.
¿Saben como se la llamó a partir de la invasión de Iraq en el año 2003? “Camp Redention” ,que ironia.
Al navegar por la web en busca de las imágenes, nunca imaginé que me encontraría con fotos tan escalofriantes. En un principio mirarlas era casi una tortura, me resistía a verlas por la crueldad que las fotos mostraban. Además me llevaban a imaginar que el trato que les daban a esas personas, lo recibía yo. Parecía introducirme en las escenas y constituirme parte de ellas, de los torturados.
Sin embargo formarían parte del práctico asignado, así que intente verlas una y otra vez, hasta que algo sucedió. Mi mente poco a poco se fue cauterizando y si bien verlas no es agradable, hoy puedo trabajar sobre ellas.
Leyendo “Ante el dolor de los demás” de Susan Sontng (1933-2004), quién fuera una novelista y ensayista estadounidense, considerada una de las intelectuales mas influyentes en la cultura de Estados Unidos en las ultimas décadas, la autora comienza mencionando a Virginia Woolf, quien propone mirar imágenes de guerra. Estas al mirarlas transmiten conmoción, una perturbación violenta del ánimo, a otros horror y repulsión, lo mismo que me sucedió al darle un vistazo a las fotos de la prisión en cuestión.
Cito un párrafo que me resultó interesante y que además a mi modo de ver, complementa el titulo de este libro. “No condolerse con estas fotos, no retraerse ante ellas, no afanarse en abolir lo que causa semejante estrago, carnicería semejante: para Woolf ésas serian las reacciones de un monstruo moral. Y afirma: no somos monstruos, somos integrantes de la clase instruida. Nuestro fallo es de imaginación, de empatía: no hemos sido capaces de tener presente esa realidad”.
Estas palabras me remiten, como dije, al titulo, ya que meditando en él pareciera interpelarme y decirme ¿Cuál es tu postura “ante” el dolor de los demás? O Ante el dolor de los demás ¿que? ¿Cómo voy a reaccionar ante las personas que sufren? ¿Tendré empatía, seré como un monstruo?
Ver fotografías de cuerpos mutilados, torturados, salvajemente maltratados por un lado trae parte de esa realidad hacia nosotros quienes nunca lo hemos vivido, nos acercan hacia el dolor de otras personas y también hace que uno se movilice y quizás condene ese tipo de prácticas. Estas imágenes tan atroces pueden producirnos reacciones opuestas, expresa Susan: o nos llama a la paz o bien a la venganza. Pero luego de conocerlas uno no es el mismo de antes e indefectiblemente toma una postura.

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